(Nacido en Hamburgo
el 7 de mayo de 1833 - Desapareció en Viena el 13 de abril de 1897)
De origen alemán, es uno de los compositores más importantes del siglo XIX, cuyas obras
combinan lo mejor de los estilos clásico y romántico. Brahms nació en Hamburgo en 1833.
Después de estudiar violín y violonchelo con su padre, contrabajista del teatro de la
ciudad, Brahms se especializó en el piano y comenzó a componer bajo la tutela del
maestro alemán Eduard Marxsen, cuyo conservador gusto musical dejó una profunda huella
en él. En 1853 inició una gira de conciertos como acompañante del violinista húngaro
Eduard Reményi. Durante esta gira conoció al violinista, también húngaro, Joseph
Joachim, quién lo presentó al compositor alemán Robert Schumann. Schumann se quedó tan
sorprendido con las composiciones de Brahms, obras aún no editadas, que escribió un
apasionado artículo en una revista de la época sobre el joven compositor. Brahms cobró
un sincero afecto a Schumann y su mujer, la famosa pianista Clara Josephine Schumann, y
esta amistad y el aliento que recibió de ellos le proporcionaron energías para trabajar
sin descanso. Muchos biógrafos han escrito sobre la atracción que sentía Brahms por
Clara, aunque nunca se la reveló abiertamente, ni siquiera tras la muerte de Schumann en
1856, y jamás se casó.
En 1857, Brahms fue nombrado director del teatro de la corte en Delmont, donde permaneció
hasta 1859; después, viajó durante varios años por Alemania y Suiza. Su primera gran
obra presentada al público fue el Concierto nº 1 para piano y orquesta en re menor, que
fue ejecutado por él mismo en Leipzig en el año 1859. Sin embargo, la composición no
fue muy bien recibida ya que por entonces los conciertos donde aparecían pasajes
virtuosísticos eran los que gustaban al público, y éste primero de Brahms carecía de
ellos. El compositor marchó a Viena en 1863, donde lo nombraron director de la
Singakademie (Academia de Canto), aunque abandonó el puesto un año después. En 1868,
Brahms adquirió fama en toda Europa debido al estreno de su Requiem Alemán, llamado así
porque el texto está tomado de la traducción alemana que hizo Lutero de la Biblia, en
vez de utilizar el texto en latín, como normalmente se hacía. La obra, dividida en siete
partes, se centra más en el dolor y los lamentos de aquellos cuyos seres queridos se han
ido, que en la relación entre el destino y la muerte. Brahms se estableció en Viena en
1871, donde sería nombrado director de la Gesellschaft der Musikfreunde (Sociedad de los
Amigos de la Música), aunque en 1874 renunció a este puesto para, de esta manera,
dedicar todo su tiempo a la composición.
Hasta 1873 Brahms había escrito sobre todo música para piano, el instrumento que mejor
conocía, y para coro y orquesta (continuó escribiendo música para piano hasta su
muerte). Ese año compuso las Variaciones sobre un tema de Haydn en versión orquestada.
Estas variaciones demostraron su maestría en la composición de música para orquesta y
fue el comienzo de sus grandes obras, que se cuentan entre lo mejor de la composición
musical de todos los tiempos. Entre sus obras maestras se encuentra la majestuosa
Sinfonía nº 1 en do menor op. 68 (1876); la suave y dulce Sinfonía nº 2 en re mayor
op. 73 (1877); la Obertura del festival académico op. 80 (1880), que contiene canciones
de estudiantes alemanes; la sombría Obertura trágica (1881); la poética Sinfonía nº 3
en fa mayor op. 90 (1883), y la Sinfonía nº 4 en mi menor op. 98 (1885), con su
emocionante y brillante final. Todas estas obras muestran una estructura muy compleja,
heredada de la tradición vienesa clásica. Al contrario que sus coetáneos, Brahms
rechazó el uso superfluo de nuevos efectos armónicos y cromatismos. Se esforzó más
bien por componer música de gran coherencia interna, utilizando los efectos nuevos o
infrecuentes sólo para subrayar los matices estructurales internos. Así pues, sus
mejores obras no contienen añadidos innecesarios: cada tema, figura y modulación están
anunciadas en los pasajes precedentes.
El clasicismo de Brahms fue un fenómeno único en sus días, ya que no seguía las
tendencias marcadas por la moda musical de su época, representada por el compositor
alemán Richard Wagner. A pesar de que Brahms hizo revivir una tradición musical como
ningún otro compositor había conseguido desde Ludwig van Beethoven, no estuvo
completamente aislado, y la riqueza emocional del espíritu romántico impregna su
música. Por desgracia, es poco lo que se sabe sobre el método de trabajo de Brahms. Era
tan autocrítico que quemó todo lo que compuso antes de los 19 años, al igual que los
borradores de obras más tardías. Es sabido que solía reelaborar una misma pieza pasados
incluso diez o doce años de una creación, y que antes de dar a la obra su forma final,
la transcribía para distintas combinaciones de instrumentos. Brahms murió en Viena en
1897. Su obra abarca todo tipo de música menos ópera. Otros trabajos importantes, aparte
de los anteriormente mencionados, son la Schicksalslied (Canción del destino, 1871), una
versión musical de un poema escrito por el autor alemán Friedrich Hölderlin, para coro
y orquesta; el Concierto para violín en re mayor op. 77 (1878), que se ha transformado en
obra obligada en el repertorio violinístico; tres cuartetos de cuerda; cinco tríos; un
quinteto para clarinete; varias composiciones para música de cámara combinando distintos
instrumentos, y más de 150 canciones.
OBRAS:
Concierto nº 1 para piano y orquesta, opus 15 (1859)
Sexteto para cuerda nº 1, opus 18
Requiem alemán, opus 45 (1868)
Cinco Canciones, opus 49
Canción del destino, opus 54 (1871)
21 Danzas Húngaras (1872)
Variaciones sobre un tema de Haydn, opus 56 (1873)
Concierto para violín y orquesta, opus 77 (1878)
Obertura del festival académico, opus 80 (1880)
Obertura trágica, opus 81 (1881)
Concierto nº 2 para piano y orquesta, opus 83 (1881)
Concierto para violín, violonchello y orquesta, opus 102 (1887)
Quinteto para clarinete y cuerda, opus 115 (1892)
3 Intermezzos, opus 117 (1892)
Sinfonía nº 1 (1876)
Sinfonía nº 2 (1877)
Sinfonía nº 3 (1883)
Sinfonía nº 4 (1885) |